¿Han notado la cantidad de puertas que se cierran en esta vida? La verdad no son pocas. Muchas veces somos nosotros mismos los que tomamos con cuidado la manilla y la cerramos por fuera, quedando todo del otro lado, en ocasiones con consecuencias irreparables. Es verdad, no estamos todo el día pensando que es lo que tenemos que hacer, como debemos reaccionar ante diversas circunstancias, pero de una u otra forma debemos darnos cuenta de qué es lo que buscamos en esta vida, qué es lo que nos conforma como seres humanos, para poder desarrollarnos de forma óptima. Las oportunidades son como una pila de ladrillos en desorden. ¿Por qué? La respuesta es simple. Si se tiene la capacidad de reflexión correcta, se pueden hacer hasta esculturas con ellos, si sucede lo contrario, quedarán ahí esperando a disolverse con la venida del invierno.
lunes, 27 de septiembre de 2010
Puertas y chances tienen mucho en común ...
Nos equivocamos, somos humanos, adolescemos en muchos sentidos, incluso respecto a nosotros mismos, no nos conocemos de todo y eso hace un poco complejas las cosas. Complejas, porque no se puede hacer mucho en donde no hay bases concretas, en realidad es como la casa con vigas de mashmallow, blandas como el corazón de una abuelita. En esos casos se pueden hacer muchas cosas, como por ejemplo, fomentar la confianza y el autoconocimiento, pero no es el caso.
El asunto es saber reconocer cuando una chance es apropiada para el momento apropiado, o sea, como dice Natalia, analizar los pros y los contra. Esto es la parte más fundamental del proceso, porque sin esto, hay dos posibilidades: ir con los ojos cerrados, equivocarse y pasarlo mal y la otra, aprovechar de sacarle el máximo partido, consiguiendo muchas cosas positivas. En realidad, en ambos casos se puede conseguir la misma cosa en común, aprendizaje. ¿Pero qué es lo qué pasa? Que en uno de ellos, estamos propensos a caer al río, habiendo un puente para pasar, y en el otro, pasamos corriendo por sobre las tablitas quebradas y no hay riesgo de que te puedas ir hacia abajo y darte un chapuzón.
Las oportunidades de la vida, son tan intermitentes como los cometas en el universo. A veces aparecen y luego se disuelven. Es por eso que debemos ser fieles a nuestros principios y analizar cuales son esas cosas que nos motivan a tomas. Ojo! Éstas a veces nos enseñan más de que lo que esperamos aprender..
Publicado por Eka en 23:43
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