La verdad, es extraño cuando a una persona le fascina la música clásica, por lo general, solamente a personas de mayor edad y con gran gusto por lo tradicional. No sé la verdad si alguien en su vida ha escuchado Nocturne In e Flat de Frederick Chopin, una pieza musical muy valorada por su melodía triste que hace que sientas tanto como el autor. Chopin, según lo que he sabido, fue un hombre que no vivió muchas alegrías amorosas. Su vida estuvo llena de melancolía, ya que el amor de su vida, nunca le correspondió. En vista de esto, él sufrió mucho y compuso la música más hermosa que en la existencia de muchos ha sido acompañante de momentos tranquilos, iracundos o simplemente de soledad. Es penoso y admirable a la vez, saber que en los instantes más dolorosos de una persona, han surgido los genios más grandes de la música, como lo hizo Chopin. Creo que él no pensó que traspasando sus sentimientos a un instrumento musical, sería reconocido mundialmente por muchas décadas como el hombre que no logró llamar la atención de aquella mujer, pero sí de muchas almas inquietas que piensan que lo mejor está en esas dulces melodías.
El sonido del piano, en lo particular en esta canción, es maravilloso. Porque te tranquiliza el corazón y como la interpretación de la música clásica es subjetiva, cada cual puede darle sentido propio a las lentas corcheas sin letras que te digan el contenido. Es increíble como puede una pieza hacer que imagines una situación falsa, en donde hay personajes o paisajes, colores, sabores, recuerdos, etc. De hecho te influye.
En lo particular, me hace pensar en una bailarina de ballet, que está solitaria en una sala con espejos, entrenando sus pasos, flexionando y elongando.
Y gracias a su uso en la publicidad, también me recuerda el comercial de DRIVE.-
lunes, 6 de septiembre de 2010
Frederick Chopin - Nocturne
Publicado por Eka en 14:06
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